La llegada del invierno nos obliga a mantener nuestro vehículo en “plena forma”, si no queremos vernos inmersos en circunstancias desagradables e incluso en un desgraciado accidente, pudiendo evitarse si le dedicamos algo de tiempo y a veces una corta inversión.

La luneta térmica

Si la resistencia que atraviesa la luna trasera no funciona, debemos verificar primero el fusible correspondiente o si su enchufe de contacto está limpio y en buenas condiciones. Si se ha averiado la resistencia, es posible repararla con los kits de metal líquido que se pueden adquirir en las tiendas de recambios.

Verificar la calefacción

Antes de comenzar los días fríos es conveniente comprobar que el sistema antivaho y la calefacción funcionan correctamente. En caso de fallo, verificar los fusibles. Controlar los movimientos y válvulas movidas por cables. Si es necesaria una reparación por debajo del salpicadero, recomendamos dirigirse a un especialista.

Cuide el líquido anticongelante

Con el tiempo, la concentración de monoetilenglicol del líquido anticongelante suele reducirse. Para saber si el que tiene nuestro motor no ha perdido sus propiedades, hay que medirlo con un verificador de densidad, aparato que se vende en las tiendas de recambios de automóvil por un precio asequible.

Otra manera de conocer las propiedades del líquido es tomar una muestra del mismo e introducirlo en el frigorífico. Al cabo del tiempo no debe congelarse, si lo hace, será un claro indicador de que está en mal estado. Si se va a viajar a la montaña, donde la temperatura baja de los 10 grados bajo cero, es conveniente poner líquido anticongelante que resista hasta 25 grados bajo cero.

La batería, atención especial

Si hay algo que afecta especialmente al rendimiento de una batería es la baja temperatura. Por eso es conveniente efectuar antes de que comience la época más dura del invierno una carga lenta y completa. Si la batería tiene más de tres años, podría empezar a darnos problemas.

Si durante el verano la batería ha mostrado algunos síntomas de “debilidad”, no lo dude un instante y proceda a la sustitución de la misma. Piense que podría “morirse” en el momento más inoportuno, ocasionándole infinidad de perjuicios a su actividad diaria, tanto profesional como familiar.

Limpie o cambie las bujías

Las bujías que tienen más de 7.500 kilómetros pueden dar problemas con tiempo frío. Aunque sean un poco más nuevas es conveniente sacarlas, limpiarlas y dar la distancia entre electrodos adecuada. En caso de duda, cámbielas.

Los limpiaparabrisas, a punto

El caucho de las escobillas limpiaparabrisas envejece rápidamente, sobre todo en sitios con tanto calor como nuestra provincia. El conveniente cambiarlas una vez al año. No olvide revisar también la de la luneta trasera.

Aproveche para rellenar el depósito del líquido limpiaparabrisas con el producto específico desengrasante. En caso de un viaje, cuando las lunetas se cubren del barrillo y suciedad del asfalta, pueden sacarnos de un apuro.

Si observa que el líquido no sale bien por los orificios, tendrá que desatascarlo con un alfiler.